16 mayo, 2017

¿Te has preguntado por qué no somos la misma persona en cada red social?

No debería costarnos afrontar que no somos la misma persona en cada red social. Tampoco somos los mismos dependiendo de la persona con la que hablamos en la vida real: padres, hijos, amigos, desconocidos… Dando por hecho que cada quién tiene sus valores morales e integridad, su esencia, su «yo», siempre existe un matiz que varía y depende del contexto y los interlocutores de nuestras conversaciones.

Por tanto, en términos de personalidad digital, nuestra capacidad para acondicionarnos o moldearnos es infinitamente mayor, si cabe, por la propia naturaleza de las vías de comunicación en Internet.

¿Por qué adoptamos una personalidad distinta en cada plataforma?

En redes sociales nuestra imagen pública nace a voluntad de principio a fin. Solo mostramos lo que queremos mostrar, y dado que en cada plataforma existen unas «normas» o tendencias de uso, adaptamos nuestra propia imagen a esas etiquetas.

No se trata de personalidad múltiple ni de algo premeditado, sino que nos amoldamos inconscientemente a los estereotipos sociales que coexisten en cada red.

Según un estudio que profundizó en este asunto del Penn State’s College of Information Sciences and Technology y el King’s College de Londres, este amoldamiento inconsciente sigue algunos patrones. Por ejemplo, las mujeres no suelen mostrar lentes en sus fotos de perfil y los jóvenes menores de 25 años no suelen sonreír. Pero va mucho más allá. Muchas veces asumimos un rol ingenioso, divertido y locuaz en Twitter; uno más profundo y reflexivo en Facebook; y uno más estético, perfecto y hasta simulado en Instagram.

El hecho de comunicarnos a través de una pantalla nos da libertad para alterar la realidad cuanto queramos, pero en muchos casos es la propia idiosincrasia del entorno, de la red social, la que nos convierte en ese estereotipo.

¿De qué manera puede esto influir en la estrategia digital de una marca?

Esta homogeneización de conductas, por decir de algún modo, permite una mejor lectura y análisis de audiencias. Lo cual permite a su vez una mayor segmentación de públicos para generar cualquier tipo de actividad publicitaria en redes sociales.

México cuenta con 71.5 millones de internautas, un 60% de su población total. De los cuales el 92% usan Facebook, 40% Twitter y 40% Instagram, llegando a tener hasta 5 perfiles sociales por usuario.

Al igual que los usuarios no son los mismos en distintas redes sociales, las estrategias de comunicación de las marcas tampoco lo son. Esa adaptación deja de ser inconsciente para ser táctica y planeada.

Te dejamos un artículo que te ayudará a definir estrategias para cada red social.