12 diciembre, 2025

Humanismo digital: cómo integrar tecnología y liderazgo humano [Podcast Digital Talks by t2ó ONE]

El verdadero impacto del Humanismo Digital en las empresas: liderazgo, talento e inteligencia artificial

El Humanismo Digital se ha convertido en una de las palancas estratégicas que está redefiniendo la manera en la que las empresas generan valor, impulsan la productividad e integran la Inteligencia Artificial en su modelo operativo. La aceleración tecnológica, la irrupción de la IA generativa y la creciente complejidad del entorno organizativo han llevado a las compañías a enfrentarse a un cambio profundo: pasar de trabajar únicamente con procesos y herramientas a poner nuevamente a las personas en el centro.

El verdadero impacto del progreso tecnológico ya no reside solo en automatizar tareas o aumentar la eficiencia. Su alcance está en la capacidad de fortalecer las habilidades humanas, ampliar la perspectiva de los equipos y crear entornos donde la tecnología acompañe, potencie y amplifique el talento. Esto abre nuevos desafíos relacionados con el liderazgo, la cultura, la toma de decisiones y el desarrollo profesional continuo.

En la actualidad es indispensable comprender cómo la Inteligencia Artificial está transformando nuestra forma de aprender, colaborar y liderar. Sin una visión holística, las organizaciones corren el riesgo de enfocarse únicamente en las herramientas, implementando soluciones avanzadas sin obtener la evolución profunda que necesitan sus personas y sus modelos de trabajo.

Uno de los grandes retos que encontramos es la falta de claridad estratégica. Las organizaciones pueden disponer de tecnologías cada vez más potentes, pero si no definen adecuadamente para qué las quieren, qué capacidades humanas desean potenciar o cómo integrarán estas herramientas en el día a día, la transformación se queda en la superficie. A esto se suma la importancia crítica del criterio humano: la tecnología solo es útil si quien la usa es capaz de formular buenas preguntas, interpretar resultados y tomar decisiones responsables.

Con este escenario, se vuelve evidente la necesidad de una nueva mentalidad empresarial. Las compañías deben dejar de pensar en la IA como un proyecto aislado y empezar a entenderla como un eje transversal que afecta al liderazgo, al aprendizaje, a la cultura interna y a la relación con clientes y equipos. Esto implica fomentar la curiosidad, reforzar la capacidad de análisis, incorporar espacios de aprendizaje continuo y promover una visión crítica, reflexiva y profundamente humana ante el avance tecnológico.

El liderazgo juega un papel determinante. El éxito del Humanismo Digital dependerá de la capacidad de los líderes para hacerse preguntas que importan: ¿cómo queremos potenciar a nuestras personas?, ¿qué competencias humanas son esenciales en nuestra organización?, ¿qué rol debe jugar la tecnología para amplificar nuestro propósito? Adoptar esta mentalidad no solo permite impulsar el rendimiento y la innovación, sino también fortalecer la confianza interna y construir culturas más resilientes en tiempos de cambio acelerado.

En este episodio de Digital Talks conversamos con Joan Clotet, profesional humanista digital y autor de Humanismo Digital. Claves para un liderazgo aumentado en la era digital. Con una trayectoria de más de 35 años trabajando en la intersección entre talento, tecnología e innovación, Joan comparte cómo la inteligencia artificial está redefiniendo las capacidades humanas, qué habilidades serán esenciales en el futuro y qué decisiones deben tomar las empresas para evolucionar hacia un liderazgo más consciente, ético y adaptado al mundo actual.

¿Qué podrás escuchar en este podcast?

  • El verdadero propósito del Humanismo Digital más allá de la tecnología.
  • Cómo la IA generativa está transformando el trabajo, el aprendizaje y las decisiones.
  • Los errores más comunes al incorporar tecnología sin una visión humanista.
  • La importancia crítica de la humildad intelectual, la curiosidad y la capacidad de dudar.
  • Cómo cambia una organización al adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo.
  • Las habilidades humanas que marcarán la diferencia frente a la automatización.
  • El papel del liderazgo en un mundo donde personas y máquinas colaboran cada vez más.



Disponible también en Apple Podcast, YouTube e iVoox.

Si este episodio te resulta valioso para tu organización, no te pierdas los demás capítulos de Digital Talks by t2ó ONE —aprende de y con quienes hoy están liderando la transformación

[Transcripción del Podcast]

EC:Esther Checa y hoy vamos a hablar sobre humanismo digital, qué significa realmente y cómo nos afecta en nuestro día a día. Y para ello contaremos con Joan Clotet.

 

EC: Estás escuchando Digital Talks y T2 One, un espacio que conecta la experiencia de personas brillantes con la transformación del marketing, la tecnología y la innovación. La teoría la convertimos en acción. Cada episodio es una masterclass que te ayuda a tomar decisiones. Encontrarás conocimiento práctico que marcará la diferencia entre seguir las tendencias y crearlas. Digital Talks T2 One Transformando conocimiento digital en resultados tangibles.

 

EC: Joan Clotet, autor del libro Humanismo Digital Claves para un liderazgo aumentado en la era digital y responsable del imprescindible podcast Humanismo Digital lleva casi 40 años trabajando en consultoría, innovación y gestión del talento. Ha sido directivo en empresas como Arthur Andersen, grupo Zeta y Ferrovial, donde siempre ha buscado crear un impacto positivo y entender cómo la tecnología influye en las personas y en nuestra manera de trabajar. Desde 2020 acompaña como consultor, conferenciante y facilitador a organizaciones abiertas al cambio, ayudando a preparar a su dirección y equipos para un entorno digital en rápida evolución. Su enfoque singular une negocio, tecnología y un liderazgo muy orientado a las personas y a su empoderamiento. Su propósito es fomentar un liderazgo humanista y consciente, mostrando cómo la tecnología puede también ayudarnos a crecer si la usamos con criterio y sentido. Joan, muchísimas gracias por estar hoy con nosotros. Va a ser un auténtico lujo.

 

JC: Gracias a ti por por vuestro interés y siempre con la ilusión de conversar contigo.

 

EC: Estupendo, Joan. Oye, eres de las primeras personas que le escuché hablar del concepto de humanismo digital y la verdad que como es un lujo tenerte hoy aquí para que nos hables precisamente de esto, me gustaría arrancar con con una, con una intro y que nos explicases. ¿Bueno, qué es exactamente este término? ¿Qué es exactamente el humanismo digital?

 

JC: Bueno, es una buena pregunta que recibo habitualmente. Hace como casi diez años que hablo de este concepto y básicamente simplemente es volver a poner a las personas en el centro de una era que cada vez es más digital para quien nos escuche. Pues rememorando un poco la historia, cuando después de la Edad Media llegó el Renacimiento y una etapa en la que volver a poner en valor lo que solamente las personas podemos hacer, abogo por algo parecido, es decir, en una era digital en que ya no todo lo hacemos las personas, no debemos perder de vista, pues el para qué, que lo hacemos de personas para personas y eso tiene muchos ángulos. Personas pueden ser los clientes, el equipo, los colaboradores, pacientes, alumnos, ciudadanos. Es decir, tener presente en una época más digital que todas las decisiones, especialmente tecnológicas, tienen que ser reflexionadas a tiempo para anticipar qué impacto tendrá en las personas y parte, digamos, de los valores humanos. Y sobre todo, diría, desde el respeto, el respeto por la dignidad y por el valor humano. La tecnología. Si, soy un fan de la tecnología, pero más de las personas. Tecnología sí, pero no a cualquier precio.

 

EC: Totalmente de acuerdo. De hecho, hay una cosa que. Bueno, pues ahora, con toda la eclosión que estamos viendo en estos últimos años, muy palpable de la de la tecnología como la inteligencia artificial, es verdad que empieza a haber esa necesidad de construir un mensaje donde la tecnología está al servicio de las personas. Y aquí me gustaría, porque claro, tú cuando empiezas a hablar de humanismo digital, por decir de una forma, no dejas de ser un pionero en este en este discurso. Y a mí me gustaría saber por qué te interesas o en qué momento te interesas. Establecer o hablar de la relación entre personas y tecnología.

 

JC: Pues mira, hay una parte más, más personal, que tiene dentro, como digo yo, y es una un proceso mío de hace ya unos cuantos años, de entenderme y explicarme mejor. Y de alguna manera en esa reflexión personal, es decir, quitando, quitando, quitando, me quedé solo con estas dos palabras. Yo me considero un humanista digital, alguien con vocación profunda por las personas que además he tenido la suerte de trabajar siempre muy cerca de la tecnología y eso además ha coincidido temporalmente con también la evolución de la tecnología de la informática en muchos campos, y empecé a trabajar a finales de los 80. Tengo ya una edad en aquella época, digamos, de la eclosión de la microinformática en las oficinas, en las casas y para mí también fue un descubrimiento como para todas las personas de mi generación, pues ver ese ese nacimiento cómo la tecnología nos ayuda a ser más eficientes, nos ayuda a aprender, a colaborar, a compartir. O sea, la tecnología digital no es solo un recurso para ser más eficiente en los negocios nos impacta también a nivel personal. Nos invita a hacer las cosas distinto, a veces incluso nos empuja de forma algo incómoda y también nos cambia. Y ahora ya, como decías, con la inteligencia artificial, que es cognitivamente además un poco más invasiva que la de hace 20 o 30 años, pues también es importante considerar las oportunidades, también los riesgos y tomar de alguna manera una posición propia respecto a cómo queremos utilizar la tecnología. Como tú misma decías, está al servicio de las personas. ¿Cuanto más capaz la demos, pues más nos tiene que invitar a parar a pensar y a y a seguir manteniendo el control para seguir resolviendo problemas, afrontando retos, pero teniendo presente siempre el el para qué? Y es estar al servicio de de las personas.

 

EC: Mhm. La relación que tú tienes en tu día a día con empresas con diferentes profesionales. ¿Aquí me gustaría que nos contases un poco qué cambios prácticos estás viendo en el trabajo gracias a esta tecnología, la inteligencia artificial y que antes? Pues bueno, pues llevaba mucho más tiempo y esfuerzo.

 

JC: Si mira la inteligencia artificial como. Como sabes, es muchas cosas. Quizá en los últimos tres años, la generativa y Chatgpt, entre muchísimas otras. Quien nos escuche la tendrá mucho más presente. Pero bueno, recordar que al final la inteligencia artificial es tecnología, es datos, es estadística y de alguna manera una cierta capacidad bastante potente, cada vez más que emula capacidades cerebrales, es decir, algo que hace. Hasta hace poco tiempo solo hacíamos las personas. Cada vez más estamos también asistidos o delegamos incluso tareas y decisiones en en inteligencia artificial en particular. ¿Y esto sigue un proceso muy rápido, como siempre desde el punto de vista de la tecnología, de las capacidades crecientes, no tan rápido desde el punto de vista de las organizaciones y de las personas, no? Entonces, me gusta también recordar, aunque es obvio que solo es tecnología, que es que no piensa, que no siente que. Pero sí que es un asistente cognitivo en el que iremos confiando progresivamente y delegando además tareas, decisiones de manera más o menos consciente. Pero mi percepción ahora en función de dónde me muevo como consultor en las compañías en la que estoy, es que va a un ritmo relativamente lento. Las personas más curiosas, más exploradoras o a veces incluso las más amenazadas en su trabajo, o que tienen una percepción de amenaza en su trabajo, son las que se mueven antes. Y a nivel individual veo más avance que a nivel corporativo. En cualquier caso, para mí es una grandísima ayuda para todo trabajador del conocimiento. Yo mismo soy un consultor. Trabajo solo. Nunca trabajamos solos, pero digamos que soy. No tengo estructura y para mí es un asistente. Y para mí y para. Quisimos millones de personas en en ganar tiempo, en ganar eficiencia, en mejorar. Un redactado, en resumir vídeos, en ayudarme a investigar, en proponer metodologías. No sé, creo que hay un proceso gradual y creciente de delegación en tecnología que todo el mundo debe empezar en algún momento determinado, también para descubrir sus límites. No soy un fan de la tecnología de por sí, sino estar más abiertos, más receptivos, más curiosos y aplicarlo cada uno y cada uno en aquello que nos pueda ser útil.

 

EC: De hecho, esto último que estás diciendo a mí siempre es un aspecto que me preocupa mucho. ¿El cómo delegamos de forma consciente o inconsciente esa parte cognitiva a esta tecnología y en qué medida esa forma de delegar cognitivamente nos hace perder determinadas habilidades o no? Esa es una de las cuestiones que bueno, no sé, no tengo yo muy claro, y sobre todo tú, que llevas tantos años trabajando esta parte de impacto de tecnología en la persona. Si realmente cuando decimos que esta tecnología nos va a incrementar, nos va a ayudar y al mismo tiempo estamos hablando de delegar, Fíjate, yo ahí tengo mis pequeñas dudas, la verdad.

 

JC: No, no, yo coincido. Esther. Es decir, hay un tema también de mirada. Yo me reconozco optimista, aunque no naif, y eso significa simplemente que también trato de ver las oportunidades. Fíjate, los que ya tenemos unos ciertos años de vida tenemos una ventaja también y es que podemos aprender de nuestra propia vida y mirar hacia atrás. Y te mencionaba antes, cuando yo empecé a trabajar ahí a finales de los 80, pues en aquel momento había la eclosión de la ofimática y las hojas de cálculo. Y no te digo que porque no fue así, que cuando aparecieron las hojas de cálculo de la época fuera el fin de los contables, ni el fin de. Era una tecnología que nos permitía hacer las cosas de manera mucho más eficiente y también tuvo una curva de aparente impacto, un cierto hype, hasta que las cosas se fueron aposentando y se van aposentando a partir de reflexionar, de ver los límites. Entonces, yo sí creo que siendo una capacidad cognitiva de asistente cognitivo potente, tenemos que estar abiertos y receptivos a nivel corporativo individual, en ver qué hay de bueno en ese tipo de tecnologías para nosotros y tratar de tomar un control y tomar propiedad y ritmo a lo que queremos hacer. O sea, siempre digo que lo único que mi opinión no es muy prudente hacer es esperar. Esperar que alguien decida por nosotros, nuestro jefe, un competidor, nuestro cliente. Entonces esa tecnología o la que o la que sea, estar abiertos y receptivos a explorarla, a ver sus límites y ver cómo nos puede hacer mejores. Imagínate, por ejemplo, se me ocurre ahora, pero hay cientos de ejemplos. Un médico, un médico que te dijera mira, esto es lo que tienes. Y además te lo garantizo, porque tengo 30 años de experiencia y no he utilizado ninguna tecnología.

 

JC: Ostras, es que ni ahora con la IA ni hace 50 años. No querremos a un profesional que aprenda constantemente que tenga toda la tecnología a su disposición para hacer un buen diagnóstico, para ayudarnos. Que comparta el conocimiento con tantas personas como pueda del punto que sea del planeta. Entonces, desde mi punto de vista, tenemos más normalizado y más asumido que usar ciertas tecnologías forma parte del servicio y la capacidad de un profesional. Pues esto aplica a los médicos, a los abogados, a tu trabajo, el mío, a cualquiera. Y la verdad es que sí que nos nos tiene que digamos, requiere cierta prudencia, porque en los últimos años especialmente, vemos que la tecnología es muy capaz de hacer cosas aparentemente muy autónomas. ¿Y ahí es donde emerge de nuevo el decir oye, esto para qué? ¿En qué lo utilizo? ¿En qué me ayuda a mí? Y también, aunque sea un poco provocador, cómo puedo de manera gradual y responsable, porque al final delegamos en personas o en máquinas, pero nos quedamos con la responsabilidad. Cómo puedo delegar progresivamente en tecnología, en inteligencia artificial, para liberar tiempo en favor de otras cosas, de más valor, de más valor para mi trabajo, para mi empresa o para mí como como ser humano. Es más fácil decirlo en según qué profesión estemos. Quien se dedique a hacer tareas muy repetitivas, como sabes, muy simples, verá esa amenaza mucho antes. Y creo que hay que ayudar a todo el mundo a poner un poco las luces largas y tratar de anticipar qué impacto va a tener esa tecnología en nosotros como usuarios. Primero las empresas y después también las personas que lo que lo usamos.

 

EC: De hecho, bueno, en relación con esto que estás contando, sueles decir que necesitamos pensar con calma y dudar más que es. De hecho es una frase que me encanta. ¿Y aquí cómo crees que realmente una tecnología como la inteligencia artificial puede ayudarnos precisamente a esto? O si nos ayuda a descansar, cuestionar y decidir mejor.

 

JC: Bueno, es una buena pregunta. Y fíjate que antes hace un par de palabras que me han resonado. Es es conciencia y es parar. Y yo creo que hay que tomar una decisión consciente de parar. ¿Y a pesar de que estamos en un mundo competitivo y depende pues de alguna manera, pues en el sector en el que operamos o el momento empresarial o personal, la decisión de parar y reflexionar es puramente personal, no? Y de alguna manera también creo que la inteligencia artificial nos puede ayudar en esto. Desde hace tres años hemos aprendido, al menos es mi percepción a preguntar mejor no hacemos una mejor pregunta con la IA, digamos, generativa conversacional y recibimos una mejor respuesta. Entonces es un cierto espejo también que nos ayuda también a preguntar mejor y por tanto, a explorar, a obtener mejores respuestas. Creo que también nos ayuda a cuestionarnos especialmente sobre nuestras certezas. Es decir, si yo no sé si existe, pero si existe, te aseguro que lo valoraría. Hacerme con uno, algún tipo de dispositivo, un reloj que vibre de manera discreta. Cada vez que yo hago digo algo muy, muy categórico, que es lo que nos suele pasar, pues cuando adquirimos cierta experiencia y de alguna manera nuestro ego, pues nos cuesta un poco controlarlo. ¿Entonces cuando decimos algo esto es así porque yo lo sé, que discretamente vibre para decir estás 100% seguro de esto? Pues antes de que eso exista, que seguro que existirá, podemos irnos a una conversación con una pantalla para decirle yo opino esto y con estos argumentos me olvido algo.

 

JC: ¿Debería preguntarme algo más? Entonces creo que también nos ayuda primero la decisión consciente y personal de parar y poder tener conversaciones. Por supuesto, con personas siempre, pero también con inteligencias artificiales, para cuestionarnos, para explorar, para validar las decisiones que tomamos. Decisiones. ¿Ya lo hacemos desde hace muchos años, no? Decisiones de compra, decisiones de cualquier tipo. Tener una buena conversación porque cada vez más nos damos cuenta de que a medida que la IA evoluciona, su capacidad no sé si de generar, pero de proponer para que nosotros dispongamos es mayor. Y ahí te diría también no se me venía a la mente el famoso libro de Edward de Bono, Los siete sombreros para pensar, en la que se distribuyen los determinados roles que tenemos las personas en una reunión y a cada persona se le asigna un rol con un sombrero de un color distinto. Es decir, el pesimista llevará el negro, el optimista llevará el rosa y de repente se lo intercambian para forzarse a tener una mirada distinta. Pues no sé si la IA es el 8.º sombrero o si le podemos asignar cualquiera de los siete en una buena conversación, pero creo que también de un tiempo a esta parte la IA también nos puede ayudar. Si paramos y conversamos con curiosidad a entendernos mejor, a profundizar y a estar, a tener una mirada un poco más amplia antes de tomar una decisión.

 

EC: De hecho, conectado también con esto que estás comentando, dices que somos aprendices para siempre. Algo con lo que conecto absolutamente y sobre todo en el contexto en el que estamos, en el que hay una necesidad muy importante del compromiso con uno mismo para construir sobre lo aprendido, incluso el concepto de aprender y desaprender para seguir evolucionando. ¿Aquí me gustaría saber o conocer cómo realmente crees que nos ayuda la inteligencia artificial a seguir aprendiendo o nos ayudaría?

 

JC: Pues mira, si no, yo creo que nos está ayudando y cada uno, evidentemente yo te digo mi mirada, pero cada uno tiene una experiencia distinta. Mira, creo que cuando apareció esa versión de Chatgpt en noviembre de 2022, hace ya un tiempo, pues fue un choque para la mayoría de nosotros e incluso en los especialistas muy cercanos a la capacidad de la tecnología y de la inteligencia artificial en particular. Entonces, en aquel momento yo creo que también nos dimos cuenta y si no nos perdimos la lección de que hay que ser mucho, hay que ser mucho más conscientes de todo lo que aún no sabemos que es infinito. Como sabes muy bien, no hace falta que la IA nos lo haya refrendado, pero ha pasado más o menos tiempo desde que éramos aprendedores a tiempo completo, cuando éramos más o menos jóvenes y teníamos el lujo de estar dedicado solamente a formarnos. Después entramos en el mundo profesional, productivo y el tema del aprendizaje queda en segundo grado y nos enfocamos en ello cuando lo necesitamos o cuando nuestra compañía pone foco y medios en ello. Yo creo que al margen de de esos movimientos más externos, sugiero que las personas tengamos una curiosidad y un apetito constante en aprender aprender. No digo solamente hacer cursos. Es decir, primero siendo más conscientes de todo lo que nos falta por saber. Cualquier pregunta a una IA nos hace ver que una pregunta muy simple tiene muchos ángulos y nos puede ayudar a cambiar también las preguntas. También ser muy conscientes y eso es evidente que ya no todo lo hacemos las personas y ahí la IA también es una. Es una posible amenaza, pero también una oportunidad. En algunos casos yo veo claro casos espectaculares, es decir, cómo nos ayuda a aprender.

 

JC: Pues no lo sé. Imagínate, mencionó Duolingo, por decir una de las más conocidas, es decir, un pequeño profesor personalizado, gratuito, aparentemente gratuito, en que con diez minutos al día podemos practicar o aprender un idioma desde cero. Bueno, decenas de idiomas no. Tecnologías como ésta las hay a centenares que hace falta alguien al otro lado que tenga el interés, la necesidad o las dos cosas al mismo tiempo de dedicar o diez minutos al día, o dos horas a la semana, o el tiempo que la persona crea que merezca para evolucionar y para crecer. Cada día salen centenares, si no miles, de soluciones enfocadas en ayudarnos a entender qué habilidades tenemos, cómo queremos mejorar y con tecnología potente ayudarnos a crecer, a evolucionar. Pero para mí la clave, y creo que es un reto en todas las compañías, está en estimular la necesidad, a veces casi la urgencia de aprender de manera constante. Y eso pasa seguramente por hacer preguntas. Y también te diría creo que los trabajadores del conocimiento y yo también estoy en ese lado. Si no dedicamos un tiempo intencional y enfocado a la semana, cada cada persona decidirá cuánto. Pero si no dedicamos un tiempo enfocado a aprender cada semana, somos un pequeño porcentaje más obsoletos. Porque el mundo cambia, porque el conocimiento evoluciona y porque las personas que antes que nosotros ya hacen uso de la inteligencia artificial u otras tecnologías para mejorar en su trabajo, tienen una cierta ventaja. Entonces, el aprendizaje siempre ha sido valioso, pero creo que ahora es una competencia humana que además las compañías están buscando a alguien que tenga interés en aprender siempre y en evolucionar, sea cual sea la tecnología, el concepto, el negocio, lo que venga en el futuro.

 

EC: Totalmente de acuerdo. De hecho, el concepto anglosajón de Bring your own learning creo que refleja muchísimo la realidad a la que estamos ahora mismo expuestos y no va de cuántos cursos tengo que hacer o quién me paga estos cursos que tengo que bueno, pues recoger con este conocimiento para luego aplicarlo, sino cómo estimulamos y generamos esa habilidad de forma orgánica. La verdad que es un auténtico reto. Hay un concepto que también me gusta mucho, que es el concepto de la humildad. ¿En el momento en el que estamos, sobre todo la humildad en el proceso de aprendizaje, no? Y aquí me gustaría conocer tu punto de vista. Sobre qué papel crees que juega la humildad cuando trabajamos con herramientas que parecen, en teoría, saber tanto.

 

JC: Pues mira Esther, dices dices muy bien en pared el saber. ¿Quiero remarcar eso no? Y la capacidad del sector saber no saben nada. Como sabemos, es pura estadística, pero parecen saber. Y para detectar que si eso lo que nos dicen tiene sentido o no, hay que tener pues una actitud de pensamiento crítico al otro lado. Un ejemplo simple. Yo por ejemplo, no hablo alemán, Me encantaría, pero no hablo alemán. ¿Quizá asignatura pendiente de aprendizaje para el futuro no? Si yo no hoy, si no hace 15 años, me voy a Google Translate y traduzco un texto en alemán, pues yo seré capaz de interpretarlo. Tengo un cierto nivel de confianza, quizá no el primer día, pero a de que eso traduce bien y pensaré que está bien. Y a lo mejor alguien que haya hecho Filología alemana y que sea realmente un profesional del tema dirá oye, pues está bien, pero es mejorable porque esto no lo ha interpretado. ¿Entonces la las respuestas de la de la IA van en favor de hacernos todos un poco más humildes, no? Y yo creo que la curiosidad y la la humildad intelectual son siempre la puerta al conocimiento. No importa cuánto pensamos que sabemos y. Y te diría con un símil o una metáfora deportiva, que entrenarnos en humildad es fundamental. Y esto nos cuesta, creo cada vez más en función de lo que pensamos que sabemos, en función de nuestro no lo sé.

 

JC: Posición jerárquica, si quieres. Nuestros contextos No, yo creo que es una. Es una virtud cada vez más más valorada. Y eso pasa por no pasa por por tener un certificado en el MIT en humildad eso no existe. Pasa por por preguntar, por ejemplo, pasa por algo que creemos saber con certeza, retener la respuesta y preguntar a nuestros compañeros, a nuestro equipo o decir yo tengo esta opinión basada en esto. ¿Hasta donde yo sé, desde mi punto de vista, y escuchar y generar el espacio para que las personas también nos digan lo que piensan, no? Si alguien dice de manera muy categórica esto es así porque ha sido siempre así, no deja la puerta muy abierta a que alguien, A que alguien dé su opinión, su propuesta o lo critique constructivamente. Entonces nadie sabe más que todos juntos. La IA es un buen ejemplo de algo que se ha comido el conocimiento digitalizado del mundo y que con buenas preguntas tenemos a otro compañero o compañera no humano en la mesa con la que poder también interactuar, no para ser capaces también de ver que estas respuestas que nos da, que son cada vez más más plausibles y que como decías, parecen saber tanto tener capacidad al otro lado de seguir la conversación, tomarlo no como la verdad, sino como como un input más a considerar.

 

JC: Y eso toma una vez más, requiere una actitud de la persona en este tema. Fíjate, rememorando un poco en el tiempo, no sé si recuerdas cuando en el despliegue de otra tecnología que fueron los GPS en los 80 y en los 90. Yo recuerdo en aquella época pues los taxistas de la época, un profesional que de repente tenía un cacharrito y que te decía no, no, no, es que yo conozco perfectamente Madrid o Barcelona, llevo 30 años en esto y está bien, pero con un cierto desprecio. No, ahora está más que normalizado que con la tecnología que está detrás. Le aporta información para dar un mejor servicio. Pero hubo una cierta curva de aprendizaje en que había una reacción del profesional a una tecnología de la que no solamente no se fiaba. La veía todavía no muy claro y además tenía un cliente soplando en el cogote que estaba mirando su propio posicionamiento y también le generaba una incomodidad porque antes mandaba 100% él. ¿Entonces yo creo que nadie sabemos todo y tener la capacidad realmente de dudar lo primero de nosotros mismos y generar espacios de confianza que nos hagan adquirir más conocimiento colectivo, es una de las grandes virtudes de cualquier persona y de y de un líder en particular, no?

 

EC: Pues totalmente de acuerdo Joan. De hecho esto que te he planteado te lo he conectado más tecnología persona. Pero estoy totalmente de acuerdo que el momento en el que estamos el proceso de aprendizaje requiere de un punto muy importante de humildad y ahí es donde está el crecimiento realmente de las personas. Así que absolutamente de acuerdo con todo lo que has comentado, lo suscribo y me ha encantado ese planteamiento. ¿Otra de las cuestiones, Joan, también que estás muy expuesto a que te pregunten es sobre las habilidades humanas que crees que serán necesarias, no solamente ahora, sino bueno, pues ese futuro a medio medio corto plazo, porque a largo plazo, bueno, iremos viendo, no? ¿Pero si tuviésemos que tener en cuenta habilidades humanas que necesitamos construir para conectar con todo lo que estamos viendo, qué recomendarías?

 

JC: Pues mira, diría que muchas. ¿Lo primero, para que quien nos escuche y esté un poco más preocupado o preocupada con todo este hype de las grandes capacidades de la tecnología, recordar que las personas tenemos muchísimas habilidades genuinamente humanas, muy poco digitalizables y que ser más consciente de ellas y trabajarlas, pues suelen marcar la diferencia, no? Y te diría que no solo un tema solamente de habilidades lo mezclaría habilidades y comportamientos, porque a veces también tener la capacidad pero que no sea percibida por los demás, pues está bien, pero no implica ningún cambio. ¿No? No te voy a sorprender la creatividad. Es decir, podemos simular creatividad, podemos ampliar la creatividad. Con la IA podemos generar muchas cosas con la IA, pero la creatividad en sentido profundo solo la tenemos las personas. La comprensión del contexto. Es decir, una buena pregunta traerá una buena respuesta de una IA, pero entender qué cara está poniendo la persona que interpreta o cuál es el contexto de la compañía, o cuál es el contexto del equipo de trabajo o cómo conecta esa problemática con otra. Esto solamente lo tenemos las personas. Entonces la capacidad también de conectar las respuestas de cualquier tecnología de la IA en particular con lo que está pasando o nuestra visión de lo que está pasando alrededor, lo que mencionábamos antes, el pensamiento crítico, la capacidad de hacernos buenas preguntas, de contrastar las fuentes, es decir, de no creernos de manera sana lo que nos diga una máquina.

 

JC: Por mucha potencia y por muchos datos en los que esté soportado y generar conversación al respecto. La inteligencia emocional que conecta con la relación al ser más conscientes de cómo nos sentimos y qué impacto tenemos en los demás, cómo gestionar esas emociones y cómo construir relaciones duraderas. Apoyados también con tecnología. Porque todas estas cosas creo que se pueden trabajar y ampliar con tecnología, pero son genuinamente humanas. La capacidad de comunicar. Rebobina un poco. Hace unos años, cuando pasamos por la pandemia y estábamos encerrados en casa, no se nos limitó ciertas capacidades de comunicación y de interacción. Pero luego la sabiduría de saber cuándo, qué tipo de conversación la tenemos en un WhatsApp, en un emoticono, en un mensaje de voz o cuándo decimos oye, nos vemos cuando tengamos tiempo, porque me gustaría tener una conversación contigo de un tema que quiero saber tu opinión. Oye, y te daba conversación presencial. Entonces esa capacidad de comunicar en el canal oportuno, según el contexto, el momento de la persona también es una una habilidad genuinamente humana. La intuición también muy difícil de mecanizar, de digitalizar, incluso de explicarnos algo que sabemos, que sabemos pero no sabemos por qué lo sabemos.

 

JC: Y puede ser muy útil. ¿Y hay personas que tienen ese sentido muy fino, no? Te diría muchas más la capacidad de promover cambio. Es decir, la tecnología nos invita, nos empuja, como digo a veces, pero la capacidad de entender dónde estamos, dónde queremos estar y no solamente acompañar a los demás a estar más receptivos al cambio, sino promover que promuevan pequeños grandes cambios. Es una habilidad humana. Y mira, por cerrar, te diría que todo aquello que hace que otra persona nos escoja. Generalmente cuando pregunto a las personas en qué son buenas o por qué hacen el trabajo que hacen porque les escogieron, no solemos saberlo o porque no nos lo dicen. Entonces creo que hay que seguir cultivando cosas que generalmente marcan la diferencia, cosas muy humanas que se pueden entrenar a diario y que hacen que al final otra persona, un entrevistador, tu jefe, un cliente, te prefiere a ti frente a otra persona o en el futuro frente a una máquina, porque eso también está pasando. Entonces todo lo conscientes que seamos en saber qué hacemos solamente las personas, en qué somos buenos en particular y cómo entrenarlo a diario para seguir cuidando y mejorando en aquello que nunca hará una máquina. Creo que es algo que puede tener valor para todos. No.

 

EC: Qué bonito esto último que has dicho. De hecho, me parece tremendamente interesante el detectar, porque de hecho, muchas veces vamos con mucho piloto automático. Y efectivamente, cuando te preguntan en qué eres bueno, nos cuesta a veces sintetizar, divagamos. Y yo creo que efectivamente el cultivar precisamente o descubrir en qué eres muy bueno y qué es lo que va a marcar la diferencia y es por lo que te pueden elegir. Yo creo que está fenomenal. Muy buen punto Joan y.

 

JC: Esther, perdona, fíjate, porque para quien nos escuche, a veces la excesiva humildad o la autocrítica es la barrera para eso. Entonces, una buena manera es preguntar a los demás en qué ven los demás que destacamos. Y es una buena ejercicio que tenemos de personas a nuestro alrededor que nos conocen bien en distintos ámbitos de la vida y preguntar en qué piensan desde su punto de vista que destacamos. Y ahí de ese ejercicio totalmente gratuito y honesto, aparecen grandes regalos.

 

EC: Totalmente de acuerdo, Joan. ¿Cómo crees que un líder puede ayudar a equilibrar la eficiencia tecnológica y el bienestar de las personas?

 

JC: Bueno, un líder, un liderazgo, como sabes, es una metacompetencia. Es una suma de muchas cosas, pero básicamente hablamos de influir en otras personas hacia un futuro mejor, que a veces solamente empiezan a ver o a dibujar estas personas que lideran siempre personas. Y la tecnología también es un recurso. ¿Es una herramienta combinar y súper potente para para llevar a ese futuro, no? Pero ese liderazgo que equilibre bien ambos, ambos conceptos como mínimo, creo que debería preguntarse a tiempo cuál es el impacto que tendrá la tecnología en las personas. Es decir, es un recurso más a poner en la ecuación que nos va a hacer que las que los procesos que a diagnosticar problemas, a resolverlos, a hacer las cosas más eficientes, más personalizadas. ¿Pero la pregunta permanente del para quién? ¿Y qué impacto va a tener y qué pretendemos? Es determinante. Y eso pasa porque la reflexión se haga tiempo, no solamente que el líder, la líder, se lo pregunte para sí mismo, sino que genere el contexto y las conversaciones adecuadas en grupos diversos para que esa reflexión esté a tiempo, porque la tecnología siempre va a ayudar y esto es evidente y va a ser cada vez más y es positivo, pero nunca deberían detrimento del impacto en las personas.

 

JC: Y ahí, por poner el ejemplo quizá más popular, las redes sociales, un canal fantástico de conexión, de proyección, de comunicación, de influencia. Pero claro, seguramente en 2004 o cinco o seis, pues seguramente quien desarrollaba esa tecnología no era 100% consciente o no dedicó tiempo oportuno a ver cómo podía eso impactar en las personas. Y han ocurrido cosas en las que algunos líderes han dicho oye, si yo hubiera sabido a tiempo o si hubiéramos generado el espacio, pues hubiéramos tomado otras decisiones, entonces yo creo que esa conciencia y esa sensibilidad y ese respeto por las personas a las que te diriges y a las que quieres que te sigan porque lo deciden ellas. Pasa también por preguntarse a tiempo esa tecnología que que promueves, que desarrollas, que despliegas el para qué y qué y qué efecto tendrá en ellas. Bueno, ese para mí sería quizá el tema clave, que es que ese esa pregunta esté presente en la conversación a tiempo. Y por supuesto, que las decisiones posteriores sean coherentes con unos principios, con unos valores y que ese equilibrio entre resultados de negocio o de servicio, pues respeten siempre, pues, unos principios básicos éticos, de de tecnología al servicio de las personas.

 

EC: Totalmente. De hecho, una de las grandes preguntas entre las preguntas, lógicamente que hay que hacerse como líderes. Lo que implementas dentro de la organización, cómo tiene un equilibrio, cómo convive con las personas y cómo de alguna forma es que justo lo leía hace poquito. Preguntas a las que un líder se tiene que enfrentar cuando trabaja en el proceso de selección de tecnología y en la gestión de personas. ¿Cómo busca un equilibrio de sus equipos? Pues precisamente para garantizar esa parte de diversidad, de equidad, de ética, de eliminación de sesgos y demás. Así que nada, totalmente de acuerdo, Joan. ¿Para cerrar, qué pequeño hábito recomendarías a cualquiera que quiere vivir la tecnología de una forma más consciente y sobre todo positiva?

 

JC: Pues mira, yo quizá te diría que ya sabes que hay esa dicotomía entre los tecno optimistas tecno tecno pesimistas. Yo diría que no hace falta posicionarse, pero sí que invito a intentar ver también el lado bueno de las cosas, es decir, las noticias que leemos de todo lo bueno que se hace con tecnología desde hace décadas, a veces no tienen espacio suficiente porque siguen criterios seguramente de potencial interés. ¿Entonces, qué? Personalmente tomemos la decisión de seleccionar fuentes y dedicar más tiempo en ver todo lo bueno que puede haber en una tecnología para nosotros. Y combinar eso con lo que te decía antes. Es decir, si tenemos un poco más claro en qué somos buenos y cómo la tecnología puede ayudarnos a hacer mejor lo que hacemos en favor de nuestro empleador, de nuestro proyecto, de nuestros clientes. Yo creo que es un buen. Es un buen hábito, no solamente el hecho de mirada positiva a y luego intentar aplicar eso en nuestro día a día. Por lo que te mencionaba antes, no tener una actitud pasiva. ¿Es decir, hay una tecnología X que aparecerá en el 2035 que aún no sé cuál es, pero mi actitud debe ser Qué hay de bueno para mí? Cómo puedo potenciar e incluso cómo puedo ir delegando gradualmente cosas para liberar tiempo en favor de ser mejor profesional y mejor persona. Yo creo que nadie ahora exhibe con orgullo que recuerda todos los teléfonos porque los teléfonos números de teléfono están en el alguien puede hacerlo y tiene una memoria prodigiosa.

 

JC: También es para aplaudirle, pero creo que el valor de memorizar todos los teléfonos pues no es demasiado como coste de oportunidad de muchas otras cosas. Pues igual que hemos normalizado que ciertos datos están almacenados y los consultamos cuando los necesitamos. Incluso los recuperamos en una conversación con una máquina. Hay cosas que gradualmente iremos delegando en tecnología en la medida en que tengamos claro en quién nos queremos convertir. Si yo tengo más claro qué quiero, cómo quiero ser dentro de un año, es más fácil que esté más receptivo, más abierto al cambio, que mire con más interés lo que la IA tiene para mí y que con responsabilidad y con prudencia le vaya delegando tareas. No sé si eso se traduce en un hábito diario o en guardarme una o dos horas a la semana para dibujar mi futuro pasito a paso. Pero creo que si lo aplicamos y lo he visto en muchos casos, la tecnología es muy poderosa, va muy va muy deprisa, pero las personas también y pasito a paso también nos adaptamos a a todo. La muestra es que seguimos aquí y otros animales menos racionales ya no están aquí. Esta combinación, digamos, de conciencia, de hábito y de proactividad a nivel individual, yo creo que pueden ser un un hábito a cultivar y además un hábito proactivo para no tener que reaccionar a decisiones excesivamente ajenas.

 

EC: Totalmente. De hecho. Bueno, esto último que estás diciendo nos obliga o nos obligaría a ser ciudadanos y personas mucho más conscientes con nuestro contexto, nuestra realidad y efectivamente, hacernos muchas más preguntas y ser mucho más críticos. Así que bueno, un gran reto. Joan, un lujazo escucharte como siempre es una maravilla. Pues cada una de las frases que dices se convertirían en titular. ¿Siempre es un lujo escucharte y la verdad es que me quedo con varias cosas que has comentado, sobre todo esto último que comentabas, no? La necesidad del uso de la tecnología de forma consciente, hacerse preguntas de qué hay para mí sobre esto y cómo lo puedo utilizar y sacarlo en beneficio y tenerlo a mi servicio. Y luego hay una cosa que me ha gustado muchísimo el concepto de humildad intelectual, que yo creo que es fundamental en el contexto en el que nos encontramos. Creo que todos estamos ahora mismo en una necesidad de aprendizaje constante y necesitamos de mucha ayuda en ese proceso. Y bueno, el concepto, como te comentaba, que a mí me encanta el de Bring your own learning, que eso requiere de un compromiso tremendo con uno mismo, no de cómo tengo que seguir construyendo en base a lo nuevo que va saliendo. Y lo comentabas antes muy bien el estar construyendo en el conocimiento de forma constante, ser aprendiz constante, pues es lo que de alguna forma nos hace no quedarnos atrás y sobre todo en un en un momento como este. Es una velocidad endiablada y es prácticamente casi imposible seguir lo que lo que estamos viendo en el día a día. Pero vamos, un lujazo escucharte y aplicar todas y cada una de las de los puntos que has comentado, la verdad.

 

JC: Un placer Esther. La verdad es que quien nos escuche cada uno no les conocemos personalmente y cada uno estará en su circunstancia con su trabajo, pero si alguna idea le sirve como mínimo para replantearse qué mirada tiene hacia la tecnología y básicamente qué está en sus manos hacer, por poco que sea, que sea suficientemente propio y orientado a un foco y con una cierta dedicación, la que le pueda dedicar, va a marcar la diferencia respecto a la inmensa mayoría de personas que básicamente están, en mi opinión, demasiado a veces reactivas a lo que ocurre a nuestro alrededor.

 

EC: Totalmente de acuerdo. En algunos casos tenemos una sociedad un poco adormecida. Joan Cerraremos el 2026 seguro con una conversación como esta para hacer una recapitulación, en este caso de lo que ha sido el 2025, pero en el 2026. Te prometo que te vuelvo a llamar.

 

JC: Será un placer. Será un placer conversar, como siempre, de esto o de lo que sea. Lo que está pasando a nuestro alrededor, de cómo podemos aportar nosotros y como siempre, un placer conversar contigo.

 

EC: Gracias, Joan.

 

JC: A ti.

 

EC: ¿Has escuchado? Digital Talks t2ò ONE. Gracias por acompañarnos. Puedes seguirnos en nuestras redes sociales. Nos escuchamos en el próximo episodio para seguir conectando personas brillantes con el futuro del marketing. Y recuerda, el conocimiento sin acción es solo información. Toma los aprendizajes de hoy y ponlos en práctica.