El data lo es todo para los departamentos de estrategia de las agencias digitales desde hace aproximadamente 3 años. Y es que, a pesar de que el data no es un nuevo desconocido sino un antiguo rockero de las campañas online, la falta de los mecanismos para ponerlo en valor y darle cabida en el Marketing Digital ha retrasado hasta hoy su momento de gloria.
En nuestro anterior post nos sumergimos en qué es Big Data, grandes cantidades de datos que son procesadas automáticamente con el objetivo de poder ser útiles para alguna aplicación. Pero, ¿qué debemos tener en cuenta si queremos sacar partido al Big Data?
- En primer lugar, debemos tener en cuenta aspectos infraestructurales y es que para procesar grandes cantidades de datos es imprescindible contar con amplias capacidades de procesamiento de datos automatizados. ¿Cómo? Gracias a PCs y servidores dedicados, capaces de trabajar a grandes velocidades con algoritmia avanzada.
- Por otra parte, aunque las máquinas sirvan de ayuda, necesitamos contar con personal capaz de interpretar esos datos y sacar conclusiones es decir, profesionales especializados. A priori, deberán tener una base en Ciencias Estadísticas, pero también es importante disponer de un conocimiento amplio a nivel de negocio que dé sentido a las conclusiones matemáticas extraídas.
La competencia es voraz en el ecosistema actual y en él, la agilidad en la toma de decisiones marca la diferencia coronando a la tecnología como decisora. En ese escenario, las grandes centrales de medios se encuentran inmersas en avanzados procesos de adopción de Sistemas Software para la gestión de Big Data y en nuestro caso, por ejemplo, contamos desde hace años con tecnologías dedicadas para hacer el big data terrenal de forma que nuestros clientes puedan aprovechar lo aprendido para optimizar sus estrategias de compra programática.
Cuando hablamos de Data, aun cuando no le acompaña el adjetivo Big, lo primero que nos viene a la cabeza son los aspectos legales que debe cumplir cualquier estrategia de datos, de forma que el cliente se sienta cómodo y seguro de que todo se está haciendo bien. Por otro lado, debemos mantenernos al día para aprovechar las nuevas alternativas de tracking de usuarios más allá del sistema basado en cookies. Sin duda, lograr una visión global de lo anterior es uno de los retos que debemos afrontar si queremos crear estrategias de data ambiciosas y a la vez respetuosas con el marco legal.
El data debe ser entendido como una pieza básica y compatible con todas las estrategias de marketing, ya sean de prospecting, remarketing vía RTB o en otros entornos. Sin embargo hay planificaciones que obtendrán mejores resultados frente a otras. En el caso de las campañas donde es crítico identificar e impactar a la persona adecuada, en el momento y lugar idóneos con el formato correcto, el Big Data nos permite destacar.
Fresh Data
La clave para sacar el máximo partido al Big Data reside en hacer un uso inteligente de los datos mediante aplicaciones sencillas dentro de las empresas, convirtiendo el Big Data en “Fresh Data”, para que sea un plus y no un lastre que genere expectativas que no se puedan cumplir. Es por eso que el formato de aplicación de la publicidad – ya sea SEM, Display, Goal Oriented o cualquier otro tipo de campaña – es fundamental. En ocasiones no tiene sentido aplicar el data, como por ejemplo en una campaña de branding en la que buscamos una amplitud de cobertura más que una audiencia personalizada.
En definitiva, para que una estrategia basada en Big Data sea un éxito debemos centrar nuestros esfuerzos en combinar adecuadamente la velocidad de procesamiento de los datos – cuanto más rápido se procesen, más “frescos” y útiles serán -, la variedad de las muestras – es preferible disponer de más fuentes y metodologías de extracción -, el volumen de la muestra – cuanto mayor sea, más representativa será -, la veracidad de los datos recolectados – es importante que sean fiables y de calidad, por lo que debemos poner en marcha procesos automáticos que lo comprueben de constantemente. La suma de todos los aspectos anteriores determinará el valor de los datos y de él dependerá la eficacia de tu estrategia basada en data.
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