A día de hoy son cada vez más las marcas que están constantemente buscando nuevas formas de conectar con la experiencia del usuario con sus marcas. Es por ello, que en los últimos años las técnicas que exploran los comportamientos y conocimientos del consumidor a la hora de influir en sus decisiones de compra se han visto aumentadas a la hora de realizar diferentes estrategias dentro las compañías.
Cada vez son más las marcas que han implementado estrategias de neuromarketing a través de elementos visuales, emocionales o psicológicos con el objetivo de captar la atención y el deseo de los consumidores en el momento de la compra.
En este podcast, tratamos la importancia de la disciplina del Neuromarketing, para entender mejor los procesos mentales y comportamientos de compras de las personas.
Para ello, hemos contado con la participación de Salima Sánchez, Psicóloga clínica con más de 7 años de experiencia dentro de un área que nace en los años 80, pero no es hasta el 2002 cuando Ale Smidts, premio nobel en economía, pone nombre a esta nueva rama del marketing
Desde 2017, Salima desarrolla su carrera profesional dentro del Neuromarketing especializándose en las áreas de SEO, copywriting, psicología del consumidor, experiencia de usuario y CRO.
Actualmente, Salima también es docente en escuelas de negocio y universidades donde pone en práctica esta rama del marketing, y es coautora del libro Estrategias de Copy + Neuromarketing y SEO.
¿Qué podrás escuchar en este podcast?
- Diferencias entre el neuromarketing y el marketing tradicional.
- Las principales áreas del cerebro que influyen en las tomas de decisiones de compra.
- El papel de las emociones en el comportamiento del consumidor según el neuromarketing.
- Las técnicas más utilizadas en el neuromarketing para mejorar la experiencia del usuario.
- El impacto en la fidelización de los clientes a largo plazo.
- Los aspectos que se deben tener en cuenta para implementar esta disciplina en nuevos proyectos.
- El futuro de esta disciplina con la integración de la Inteligencia Artificial.
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[Transcripción del Podcast]
EC: Hola, soy Esther Checa y hoy vamos a hablar de neuromarketing, una disciplina dedicada al estudio de los procesos mentales y comportamientos de compra de las personas para poder tener una visión más clara sobre el impacto del neuromarketing dentro de las estrategias digitales. Hoy hablamos con Salima Sánchez, psicóloga clínica con más de siete años de experiencia dentro de un área que nace los años 80, pero no es hasta el año 2002 cuando Alex Smith, premio Nobel de Economía, pone nombre a esta nueva rama del marketing. Desde 2017, Salima desarrolla una carrera profesional dentro del neuromarketing, especializándose en las áreas de SEO, copywriting, psicología del consumidor, experiencia de usuario y CRO. Actualmente, Salima también es docente en escuelas de negocio y universidades, donde pone en práctica esta área del marketing y además coautora del libro Estrategias de Copy, Neuromarketing y SEO. Salima, muchísimas gracias por estar hoy con nosotros. Va a ser una maravilla escucharte.
SS: Muchas gracias a vosotros por invitarme.
EC: Salima, vamos a tocar un tema que es el neuromarketing. Ya hemos tocado temas relacionados con el libro el Economics y me encantaría conectar también esta parte para, bueno, para entender o que entendiésemos en estos últimos podcast el funcionamiento de estas dos disciplinas. Y para eso, pues empezaríamos por conocer estas diferencias entre lo que es el neuromarketing con respecto al marketing tradicional que se ha podido venir haciendo y que seguimos haciendo desde hace muchos años. Y sobre todo, entender qué marca la diferencia entre ambas disciplinas y cómo son de complementarias.
SS: Claro, realmente el neuromarketing podríamos incluso englobarlo dentro del marketing tradicional. O sea, al final una forma sencilla de verlo, aunque ahora detallemos un poco más, es que el neuromarketing no deja de ser en comprobar si el marketing que nosotros hacemos está funcionando o no está funcionando. Es decir, cuando nosotros hablamos de neuromarketing, que al final se basa en combinar como su propio nombre indica, estrategias de neurociencia, con el marketing normal lo que estamos haciendo es una serie de estudios habitualmente en los cuales pues establecemos una hipótesis como por ejemplo que packaging de dos que esté probando una marca va a funcionar mejor y con mediante esa ese desarrollo de ese estudio, seleccionando una muestra que obviamente sea representativa, eligiendo la técnica más adecuada, etcétera Al final comprobamos cual de esas dos estrategias funciona. Por eso nosotros habitualmente decimos realmente el neuromarketing es una forma de medir si mi marketing está funcionando o no está funcionando. ¿Y muchas veces la gente se plantea vale, qué necesidad hay de esto? Si yo al final tengo estudios de mercado o tengo otro tipo de estrategias y la realidad es que tenemos que ser conscientes de que nosotros a nivel psicológico hay muchos procesos que no se producen de forma consciente. Con lo cual, aunque yo le pregunté al consumidor. El consumidor no me va a saber decir si le gusta más o le gusta menos.
Es más, tenemos un caso relativamente reciente que fue de Tropicana, que es una marca además muy conocida, que lo que le pasó precisamente fue que ellos, mediante un estudio de mercado, que son unos estudios muy típicos dentro de dentro de toda la parte de marketing, quisieron hacer ese cambio de packaging, con lo cual mostraron a los usuarios dos, dos productos distintos, dos packaging distintos, el actual y el nuevo que querían utilizar y mediante el estudio de mercado, ellos obtuvieron la información como que el nuevo tenía aprobación por parte del público. ¿Qué ocurrió? Que cuando lo implementaron llegaron a perder la friolera, creo que de 30 millones de euros, precisamente por esa parte inconsciente que aunque el usuario te estaba diciendo oye, me gusta más este packaging nuevo. La realidad es que a nivel biológico no estaba funcionando, de forma que el neuromarketing nos ahorra un poco toda esa parte, porque al final lo que conseguimos es ir a esa parte biológica, esa parte inconsciente de los usuarios para ver si realmente lo que la persona me está diciendo es la realidad o si las reacciones que le está provocando él físicamente son otras y realmente el producto que más le gusta, como en este caso era el packaging anterior, que era el que mejor funcionaba. Y con respecto a lo que me preguntabas de cómo se combinan, de hecho lo ideal es que se combinen todas. Yo sé que es algo que suena muy complejo en un primer momento, pero utilizar neuromarketing, por ejemplo, no significa no utilizar estudios de mercado.
Significa que yo puedo utilizar todas las disciplinas de forma conjunta y el neuromarketing me va a dar un punto de vista más biológico, más objetivo en ese sentido. Pero los estudios de mercado me van a aportar la riqueza que me puede dar una persona con sus palabras al explicarme por qué le gusta o no le gusta un producto y que al final toda esa información nosotros podamos conjugarla para ver si mi estrategia de marketing va por buen camino, si hay que hacer algún cambio o cómo la tengo que ajustar.
EC: Muy interesante. Escuchándote Salima, me gustaría que nos contases también cómo son esas principales áreas del cerebro que influyen en la toma de decisiones en sobre todo en los procesos de compra.
SS:¿Nosotros realmente hay? ¿Bueno, hay distintas teorías que explican un poco la toma de decisiones, como tú decías al principio, toda la parte de economía del comportamiento, que es esa combinación entre psicología y economía, es la que se ha focalizado un poco en estudiar cómo era la toma de decisiones. ¿Por qué? Porque con el paso de los años sí que nos hemos dado cuenta de una cosa que de hecho lo mismo la gente que nos está escuchando lo ha oído alguna vez. Y es que la toma de decisiones es en gran parte inconsciente.
Cuando hablamos en gran parte hablamos de un 90-95% según los estudios. Con lo cual yo siempre digo es que al final nos empeñamos en hablar a una persona conscientemente para venderle algo y al que le tienes que vender es realmente a su a su cerebro. Con lo cual, todas estas teorías de la economía del comportamiento son las que han intentado arrojar un poco de luz a esa toma de decisiones, a ese 95% de decisiones inconscientes. Y uno de los autores, probablemente más conocidos y que desde mi punto de vista estaba más acertado, fue Daniel Kahneman. Daniel Kahneman, para quien no lo conozca, fue un psicólogo israelí que falleció de hecho a principios de este año y que ganó el Premio Nobel de Economía por esta teoría en concreto, que era la teoría de sistemas y que decía que nosotros a la hora de tomar decisiones podemos utilizar dos sistemas. Uno de ellos se llama Sistema uno y es un sistema que funciona en automático, que es como muy intuitivo, que es muy rápido y por otro lado tenemos un sistema que se le denomina sistema dos, que es justo lo contrario. Es un sistema mucho más reflexivo, mucho más tranquilo, pero también requiere muchísimo más esfuerzo. De manera que nosotros, habitualmente en las 35.000 decisiones que se calcula que tomamos a diario, lo que hacemos es utilizar ese sistema uno. Y cuando este sistema uno está en apuros, por así decirlo, o sea, cuando él nota o que le falta información, o que es una decisión trascendental, o que hay algún problema, es cuando este sistema uno llama al sistema dos y le dice oye, presta atención porque está pasando algo.
Vale. Un ejemplo muy, muy sencillito. Cuando nosotros, por ejemplo, estamos caminando y estamos vamos a cruzar por un paso de cebra. Lo normal es que en el momento en el que vemos que el semáforo está en verde, echemos a andar y crucemos, con lo cual sería una toma de decisiones automática. No es algo que reflexionemos. Sin embargo, si yo de repente, aunque veo que el semáforo está en verde, escucho un claxon. Va a ocurrir lo contrario. Es decir, mi sistema. Uno va a avisar al sistema dos y le va a decir Oye, he escuchado algo que no es normal, échate un vistazo por si pudiera estar pasando algo. ¿Qué ocurre con todo esto? Pues que al final, dependiendo del sistema que yo esté utilizando, va a afectar a unas zonas del cerebro o a otras. Por ejemplo, si yo utilizo el sistema uno, lo normal es que las decisiones pasen por unas estructuras que son más antiguas, que se encuentran más focalizadas en el centro, como puede ser el circuito cerebral del placer una amígdala. La amígdala, se encuentra vinculada con todo el tema emocional, una ínsula que es la zona del dolor, concretamente. Entonces son estructuras más antiguas que sí que se encuentran muy vinculadas con ese tipo de procesos, pero que no conllevan esa planificación o esa ejecución más lenta.
Mientras que si yo utilizo el sistema dos. Voy a involucrar todas estas áreas, pero también voy a involucrar justo la parte que nosotros tenemos detrás de la frente, que es la corteza prefrontal, y que al final lo que me hace esta área es planificar, organizar y juntar esa información que viene de otras. Con lo cual va a depender un poco de la toma de decisiones que tomemos. Pero sí que es verdad que a nivel de áreas en general se puede hablar pues de algunas de las que hemos mencionado un circuito cerebral del placer, que es un circuito con distintas estructuras que dependiendo de si se activa más o menos se producirá o mejor dicho, se repetirá más veces la compra. Una ínsula, que sabemos que es el área que se encuentra vinculada con el dolor y que depende, por ejemplo, o si bueno, depende de su activación el hecho de que se tome también la decisión de comprar un producto o no una amígdala, porque también sabemos que el contenido emocional puede afectar de forma positiva a la relación que tiene un usuario con la marca. Todas esas estructuras son un poco en las que se pone el foco las que tienen mayor interés para para nosotros.
EC:En relación con esto último que me estás contando. Me gustaría mucho que nos contases el papel que también tienen las emociones en el comportamiento del consumidor según esta disciplina.
SS: En este caso en el neuromarketing, al igual que cualquier proceso psicológico. Lo que pasa es que muchas veces es verdad que no ahondamos en ellos, pero por ejemplo, la memoria tiene un papel muy poderoso en la relación que tenemos con las marcas, porque si nosotros recordamos o mejor dicho, guardamos un recuerdo negativo de una marca, va a ser más complicado que luego le compremos. Al igual que si lo guardamos positivo, va a tener más valor para para luego volver a comprarle. El lenguaje también es muy importante. De hecho, toda la parte de Programación Neurolingüística, que es otra disciplina afín, nos enseña cómo podemos utilizar el lenguaje para influir en esa toma de decisiones y de hecho, para generar esas emociones de las que estamos hablando ahora y las emociones en sí mismas. Sí que hay muchísimos estudios que han demostrado que cualquier contenido que sea emocional, al final lo que hace es generar una relación más profunda con el usuario, porque nosotros, o mejor dicho, nuestro cerebro, está diseñado para almacenar ese tipo de contenidos, para recordarlos mejor. Con lo cual, si nos limitamos a darle una información sin ningún tipo de contexto emocional a una persona, va a ser mucho más complicado que esa persona establezca un vínculo con nosotros, establezca algún tipo de relación, mientras que si hacemos al contrario y buscamos activar esas emociones, va a ser mucho más sencillo que la relación sea mejor.
Pero ojo, a mí siempre me gusta hacer una anotación, porque es verdad que en toda la parte de copywritting que a mí me pasa porque como yo soy copywriter, lo veo mucho en mi disciplina, están muy empeñados en utilizar emociones negativas como puede ser miedo, como puede ser dolor. Qué ocurre con estas emociones sí captan mucho la atención. Evidentemente nosotros estamos diseñados para sobrevivir, con lo cual, si a mí me provocan miedo o me provocan dolor, van a obtener mi atención. Pero también me pueden condicionar de forma negativa y puede que en un futuro yo no quiera tener más relaciones con la marca, porque al final, a nivel biológico nosotros estamos diseñados para que si yo me enfrento a una amenaza puedo tener dos respuestas una es afrontarla y otra es huir. Entonces es muy complicado saber cómo va a responder una persona cuando yo le estoy planteando una amenaza, una amenaza, además, en una situación que realmente no requiere que actúe. Porque si yo estoy en un proceso de compra y me generan dolor, puedo huir perfectamente, no tengo que actuar si o si. De hecho lo más sencillo es que yo me vaya a otro sitio, con lo cual yo no soy muy partidaria de optar por las emociones negativas. De hecho, optar por las positivas y generar un estado anímico positivo. Se ha visto en muchísimos casos que es mucho más beneficioso.
De hecho, por ejemplo, hay diversos estudios que en el ámbito de la publicidad, el hecho de generar emociones positivas y que la persona tenga un estado anímico positivo les predispone a ver la publicidad desde otro punto de vista. Así que resumiendo ya un poco para para cerrar unas conclusiones, por así decirlo, lo ideal sería generar emociones e intentar generar emociones con alguna estrategia. Con Programación neurolingüística, como decíamos, con un buen storytelling, con una buena estrategia de copywritting, pero además generar emociones que sean positivas para que la experiencia del usuario sea buena.
EC: Y en relación a la experiencia que has tenido durante estos años, a mí me gustaría que nos contases qué técnicas son las más utilizadas dentro del neuromarketing y sobre todo, cómo estas ayudan a entender mucho mejor al consumidor.
SS: Técnicas como tal de la disciplina lo que es de neuromarketing dentro de los estudios. A ver. Va a depender un poco del estudio que hagamos. Quiero decir. Una de las más utilizadas es el high tracking, porque al final el high tracking también es una de las más económicas. Y para la gente que no, que no la conozca. Lo que hace esta disciplina básicamente es que tú le colocas al usuario muchas veces unas gafas o algún dispositivo similar y mides hacia donde dirige los ojos cuando está viendo una publicidad, cuando está viendo un cuadro o cualquier cosa, de forma que eres capaz de captar lo que más le le llama la atención.
Entonces esta es una de las más utilizadas también porque es una de las más sencillas. Si yo me voy a hacer un estudio, por ejemplo a un supermercado, la persona puede ir con con las gafas, puede ir con una tecnología que sea portátil de este tipo. No obstante, realmente las más enriquecedoras pueden ser aquellas que nos muestren más conocimiento del cerebro, como puede ser una resonancia magnética, teniendo en cuenta también que a día de hoy son dispositivos muy caros y que no es algo que esté al alcance de todo el mundo. Si bien es cierto que existen agencias de neuromarketing que a día de hoy pueden ayudarnos con los estudios, sin embargo no es necesario tampoco, sobre todo para las empresas de a pie, porque empresas grandes como Coca-Cola, Spotify, etcétera tienen su propio laboratorio de neuromarketing. Ellos llevan haciendo muchos años este tipo de estudios y ellos ya han sacado muchísimas conclusiones que nosotros podemos aplicar. Por eso, realmente a día de hoy, para las empresas que son más pequeñas o para las empresas que se empiezan a interesar en todo esto, no es necesario coger y hacer un estudio de neuromarketing. Yo puedo obtener toda la información que ya sabemos que existe, porque por ejemplo, sabemos cuáles son los mejores métodos de pago a nivel online, que sería PayPal, porque ya se han hecho estudios previamente y es el que genera más confianza a los consumidores.
Sabemos también otros aspectos con respecto a diseño web. Sabemos que el audio, por ejemplo, funciona mejor y genera mayor conexión emocional que el guiri. Todo eso ya lo sabemos, ya lo podemos utilizar. Pero además podemos utilizar otras disciplinas que yo siempre digo que son afines y que lo que me pueden hacer es dar esa capacidad persuasiva, que lo mismo el neuromarketing no me puede aportar, porque al final el neuromarketing es muy objetivo. Sin embargo, si yo me ayudo de una psicología del consumidor, de un diseño, del comportamiento, hablábamos antes de economía del comportamiento, pues esa disciplina se ha llevado al diseño y ahora se puede diseñar por ejemplo, una web con diseño del comportamiento, de forma que, pues por así decirlo, intentas fomentar que el usuario lleve a cabo una conducta cuando está navegando por una página web. También me puedo ayudar del copyrighting. Todo ese tipo de técnicas son un poco las que nos ayudan a establecer, pues unos textos que sean más persuasivos a la hora de diseñar. Como decíamos ahora mismo, una web en la que el usuario lleva a cabo un comportamiento en concreto, etcétera.
EC: Muy interesante Salima. Con respecto a la parte de lo que es la experiencia de cliente, aquí ¿nos podrías compartir algunos ejemplos con los que te has enfrentado o con los que trabajas para entender cómo en este caso las carcas están utilizando esta disciplina?
SS: Sí, realmente yo creo que muchas veces la experiencia del cliente, que la vemos como algo muy lejano, es algo relativamente sencillo. Quiero decir, yo siempre digo que el primer paso es centrarte en el cliente. Puede sonar muy redundante, pero es verdad que la mayor parte de las veces nosotros hacemos los contenidos y el diseño basándonos en nosotros como empresa, y eso es un error. Tú tienes que basarnos en la persona. Entonces, una estrategia que ya esté directamente centrada en el usuario ya les va a traer muchísimos más beneficios que crear una página web en la que yo directamente me estoy hablando a mí. Eso sería. Sería 1/1. La primera pata importante también. Trabajar toda la parte de textos. Creo que eso es lo que más se está haciendo. Yo lo estoy haciendo con alguna marca. Trabajar todos los textos desde una perspectiva de copyrighting y además incorporando parte de la psicología, sobre todo toda la parte de sesgos cognitivos que para la gente que no lo conozca, al final son como una especie de atajos mentales que nosotros tenemos y que facilitan precisamente esa toma de decisiones automática de la que hablábamos antes. Es decir, le van diciendo a mí, a mi sistema uno oye, está todo bien, puedes seguir funcionando con normalidad. Y nosotros estos sesgos, que existen muchísimos, muchísimos tipos, podemos utilizarlos también dentro de nuestros contenidos. Voy a poner un ejemplo así rápido. Hay uno que es toda la parte de identificación social, que lo que viene un poco a decirnos es que nosotros tenemos esa tendencia a etiquetarnos en grupo para que nos guste formar parte de del grupo.
Y ese sesgo, yo a la hora de escribir puedo activarlo de forma que cuando una persona lea el contenido, se sienta identificada y quiera seguir leyendo. Entonces toda esa información, todo ese tipo de estrategias, son las que más están aplicando. Eso también junto con la parte de coherencia de marca. Es decir, que mi marca sea igual en todos los canales, diga lo mismo en todos los canales, tenga el mismo branding, que puede parecer también una tontería, pero también es un aspecto súper importante para que la experiencia del usuario sea una experiencia al final buena.
EC: Y con respecto a lo que sería la la parte de la fidelización de cliente a largo plazo, aquí tu experiencia y lo que llevas también trabajando. ¿Qué impacto tiene esta disciplina para lograrla?
SS: Más que el neuromarketing, porque al final, bueno, si el neuromarketing puede tener su papel, pero te diría que es mucho más importante todo lo que sabemos a nivel de psicología, de psicología y de aprendizaje. Al final yo siempre digo que nosotros, aunque parezca que no, somos muy básicos las cosas como son. Entonces, ya sabemos desde hace muchos años que hay distintos tipos de condicionamiento, como por ejemplo el condicionamiento clásico, que lo mismo la gente lo conoce que por los famosos perros de Pavlov.
O el condicionamiento operante, que es el que nosotros aplicamos, en este caso el condicionamiento operante. Básicamente lo que nos dice es que si cuando un animal o una persona emite una conducta, yo le doy un refuerzo como puede ser un premio en el caso de un comercio, como puede ser puntos para que vayan ahorrando en su tarjeta de cliente, al final es más sencillo que ese comportamiento se repita en un futuro. Con lo cual esa estrategia de refuerzo se puede utilizar dentro de una página web. Por ejemplo, yo puedo premiar a una persona, aunque sea a nivel verbal, simplemente cuando finaliza el proceso de compra. O también puedo establecer esa serie de programas de recompensa en los cuales yo al usuario por ir haciendo compras le voy dando ciertos puntos que luego puede canjear por no sé qué, por no sé cuantos. Y al final eso es una forma muy sencilla de conseguir fidelizar al cliente y de hecho muy sencilla y muy importante, porque no se nos tiene que olvidar que es mucho más sencillo fidelizar a alguien y conseguir que se convierta en cliente, o sea, durante mucho tiempo que estar buscando continuamente nuevos clientes para mi empresa.
EC: ¿Con respecto a esto que estás comentando, una marca que ahora mismo estuviese escuchándolo y que esté valorando incorporar estas prácticas dentro de su estrategia de marketing, ¿qué aspectos crees que deberían de tener en cuenta antes de empezar un proyecto, por ejemplo, de estas características?
SS: A ver, es muy importante, pero muy, muy importante, conocer bien al consumidor.
Y cuando digo bien es bien. O sea, no es simplemente tener un buyer persona, porque muchas veces si tenemos el buyer persona, pero quizás no tenemos tan detallada esa parte psicológica porque es la que más cuesta. Yo lo entiendo, es una parte más compleja, pero es la que necesitamos nosotros para operar. Yo necesito conocer por un lado a la marca y por otro lado lo que necesito conocer mejor del cliente. Entonces necesito tener un conocimiento bastante amplio. Si ya nos vamos más lejos, necesitaría tener también unos mapas de empatía, necesitaría tener dibujado el customer journey, es decir, el recorrido que está haciendo el cliente, si hay alguna fricción, si hay algunos puntos específicos de contacto que tengo que tener en cuenta. Toda esa información es la primera que tienen que tener bien detallada para así luego ya poder trabajar. Porque al final toda la parte, por ejemplo de textos que es una de las más potentes a día de hoy, yo toda esta parte la tengo que trabajar en base a esos clientes porque tengo que conocer sus necesidades y mis textos lo que van a hacer es responder a esas necesidades que tienen los clientes. Pero si voy a tirar, por ejemplo, de sesgos. Me pasa lo mismo. Si yo voy a utilizar la identificación social que hablábamos hace un ratito de ella, necesito también conocer a la persona para ver qué rasgos puedo coger y decirle oye, estos rasgos son como los tuyos para que se sienta identificada.
Entonces creo que lo primero es hacer un análisis de la propia empresa, mirar dentro, mirar a ver qué cosas tenemos que mejorar, qué cosas no y ya a partir de ahí, cuando lo tengamos todo claro, obviamente contratar con algún profesional que por lo menos pueda entender bien toda esta rama para que se implemente correctamente, porque al final de primeras puede parecer más sencillo, pero hay que valorar bastantes cosas. Tiene tiene su aquel.
EC: ¿Te estaba escuchando y la verdad es que todo está pivotando en torno a contextos o a entornos bastante controlados o conocidos, no? Durante estos años. Muy pensado probablemente en el entorno digital gráfico. ¿Pero y esta proyección de esta disciplina en entornos, por ejemplo, de voz o en entornos de realidad virtual aumentada? Ese tipo de cómo puedes aplicar esta disciplina a ese a esas nuevas tecnologías en las que los usuarios bueno, también vamos a estar o o ya estamos.
SS: Yo diría que dependiendo de la tecnología, incluso mejor. Es decir, a día de hoy ya se está combinando inteligencia artificial. Lo digo porque es la que tenemos más reciente y más y más cercana y más accesible. Ya se está combinando y hay algunas tiendas en los cuales en las cuales, perdón, la gente tiene en los probadores pantallas para poder comprobar si de la prenda que se están probando en caso de necesitar otra talla si hay stock en la tienda.
A nivel de de realidad virtual también se están diseñando ciertos entornos, incluso para tratar ciertos trastornos psicológicos, como puede ser un Alzheimer. Porque al final una cosa muy buena que tiene nuestro cerebro, que de hecho a mí me parece maravillosa. Es que cuando él piensa que está haciendo algo es como si lo estuviera haciendo realmente. Y si además tú le das contexto visual que son, muchas veces lo hacemos a nivel de textos, le facilitas más la tarea, con lo cual imagínate si todo ese contexto se lo puedes dar realmente porque lo está viendo con unas gafas de realidad virtual. O sea, es muchísimo mejor. Probablemente se podrán crear entornos de compra que sean más efectivos porque incluso se podrán probar las cosas. Al final, la inteligencia artificial va a poder decirles temas de stock. Va a poder darles otra serie de datos en el momento, con lo que se puede fomentar también esa experiencia de cliente. Así que yo creo que va a ser algo indispensable. O sea, yo creo que bien planteado, las nuevas tecnologías pueden ser muy beneficiosas para toda la parte de experiencia de cliente.
EC: De hecho, esto último que te estaba preguntando está muy conectado con nuestro cierre y es sobre todo que nos dijeses cómo ves el futuro de esta disciplina con la integración de una tecnología como la inteligencia artificial, que acabas de adelantar algo.
SS: Yo creo que de hecho el camino del neuromarketing creo que siempre ha sido un poco ese. O sea, creo que aunque se lleva utilizando desde hace muchos años y nosotros realmente en España se ha conocido hace relativamente poco, porque yo llevo en esta disciplina como siete años y a mí desde hace un par de años para acá, cuando si que me llaman más y que veo que hay un mayor interés, pero realmente ya es una disciplina que lleva bastante tiempo y que ya pedía este tipo de tecnología porque llevan manejándose con tecnología desde el minuto uno. Con lo cual es un poco el camino natural que creo que tenía que tener el neuromarketing. El hecho de cuanta más tecnología tengamos a nuestra disposición para poder medir las reacciones de los usuarios va a ser mejor. De hecho, ya por dejaros un ejemplo, que esto incluso la gente que nos escucha lo lo puede probar. Tú a día de hoy puedes coger y decirle a una herramienta de inteligencia artificial, como puede ser por ejemplo chatgpt, que te haga un análisis de sentimientos y te coges un texto, un correo electrónico que te hayan enviado y le dices que te lo haga, le copias el texto y ella te va a decir cuál es el tono que nota en la persona para que tú te puedas hacer más o menos una idea. Con lo cual creo que lo ideal es esa, esa integración realmente entre todas las disciplinas, porque tampoco se nos tiene que olvidar que, y esto lo digo siempre a mis clientes, que el hecho de que yo trate o trabaje, mejor dicho con neuromarketing, con copy y con disciplinas que son más novedosas entre comillas, no significa ni que tenga que olvidarme del SEO ni que tenga que olvidarme de otras bases. Al final la cuestión está en unirlo todo y en trabajarlo todo de forma conjunta.
EC: Totalmente, totalmente de acuerdo. De hecho, es parte del potencial y el equilibrio que aportan cada una de las disciplinas al conjunto de una estrategia, cuando sobre todo cuando estamos hablando de entornos digitales. Salima, muchísimas gracias por por tu tiempo. La verdad es que ha sido un lujazo escucharte. Me ha encantado escucharte, sobre todo el funcionamiento de nuestro cerebro, nuestras emociones cómo influyen en las tomas de decisión, en los procesos de compra Y bueno, pues un lujazo ir escuchándote que esta disciplina, no siendo nueva, es una oportunidad excelente para ir incorporándola en las estrategias de marketing digital. Así que muchísimas gracias.
SS: Nada, muchísimas gracias a vosotros por invitarme, Esther.